El músico boricua, de 29 años, quiere dar a conocer las propuestas musicales de una nueva generación de salseros
Basta prender la radio comercial y escuchar las emisoras de salsa para percatarse que es muy poco lo que suena de la nueva generación salsera. Parecería prácticamente como si no existieran nuevos cantantes o grupos interesados en este género.
Ante esa falta de difusión radial, un grupo de jóvenes salseros ha comenzado a gestar un movimiento de “salsa clandestina”, con el que pretende que el público conozca nuevas propuestas musicales de este ritmo.
Uno de los que encabeza este esfuerzo es el cantante y pianista Carlos Nevárez, de 29 años, quien desde hace una década lleva participando en diversas agrupaciones salseras y que actualmente cuenta con su propio grupo Carlos Nevárez & The Full Band. Utilizando el “hashtag” #salsaunder en las redes sociales, Nevárez y otros grupos esperan crear ruido y así promover la salsa que realizan y que no se escucha en las emisoras radiales ante la falta de recursos que tienen para pautar su música a nivel comercial.
“El reto es que la gente sepa que hay un movimiento presente de salsa pasando. Yo me atrevería a decir que en muchos años ahora mismo es cuando más grupos independientes hay tocando o ensayando en la marquesina de una casa. Hay un montón de grupos que están buscando esa oportunidad”, dice para luego explicar de qué se trata la llamada “salsa clandestina”.
“Es aquella que hacen grupos pequeños que tienen menos recursos de difusión y que nos estamos uniendo para generar un género que literalmente es ‘under’ porque nuestra música se conoce en los lugares donde la gente va a vernos tocar en vivo, ya que no tenemos recursos donde poner la música”, comparte.
Destaca que el “truco” que usan muchos de ellos es llevar su música a los DJ que tocan en los lugares que hacen bailables de salsa o a los maestros de baile para que la gente los vaya escuchando. Asegura que gracias a eso es que muchos logran dar a conocer su música en una época en la que -opina- existe un gran interés en escuchar y bailar salsa.
“No sé si son cosas mías, pero he notado que hay un crecimiento, un interés en escuchar salsa en una generación que antes no estaba interesada en eso. Diría que proyectos (de clases de salsa), como Cambio en Clave, que tiene una matrícula inmensa tratando de aprender a bailar salsa, ha ayudado mucho porque más gente quiere salir a bailar y en más lugares ponen salsa en vivo, lo que nos favorece”, agrega.
Menciona que si algo caracteriza esta nueva generación de salsa es la diversificación. Tratan diversos temas, desde sociales hasta románticos, y juegan con un abanico de sonoridades, donde observa una gran influencia de la timba cubana.
Al igual que muchos músicos, Nevárez comenzó en la música de adolescente tocando en diversas bandas. Primero fue una de batucada y luego continuó con su guitarra entonando canciones de cantautores, como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Jorge Drexler. Al entrar al Programa de Música Popular de la Universidad Interamericana, de donde se graduó de piano, comenzó a entrar en contacto con el jazz e inició una exploración con la salsa.
Luego de tocar con el grupo Plena Libre por un año y participar como cantante en la orquesta de un amigo, el joven se aventuró en formar su primera agrupación a la cual llamó El Elenco porque “todos éramos unos personajes”. Con este grupo pequeño de seis músicos, con el que comenzó a exponer sus composiciones y arreglos musicales, se presentó durante un año en el desaparecido local Nuyorican Café, en el Viejo San Juan.
Después de esta experiencia, el músico se sentía preparado para hacer algo más grande, y fue entonces que creó la agrupación Carlos Nevárez & The Full Band. Actualmente, mantiene los dos grupos con los que ha podido darse a conocer como cantante, músicos, compositor y arreglista. Recientemente, de hecho, presentó un showcase con la Full Band en Latin Roots, donde interpretó su propuesta sonora, que espera compilar este año en una producción discográfica.
“Siempre he sido reacio a sacar un disco porque es un gran esfuerzo económico y uno pierde muchos temas. A veces sacas 10 temas, promocionaste dos o tres y después qué haces con el resto. La estrategia es seguir sacando sencillos hasta tener seis temas que la gente conozca. Pero como te digo eso, también te cuento que decidí este año grabar con miras a compilar los temas en un disco porque te da la formalidad como artista”, señala.
Sobre su propuesta sonora, cuyo tema en promoción es “Dime”, explica que es variada, con elementos de la salsa tradicional y la timba cubana, y con armonías del jazz, bossa nova y hasta de la nueva trova. Y de sus composiciones señala que “por lo general soy bastante fresita, hay mucho de amor y desamor”. Pero advierte que también le gusta esa “guapería” de la salsa vieja, esa tiraera que existía entre los salseros de los 70.
“En la salsa ya no se ataca, quizás el que hace algo así un poco es Pirulo, pero los demás se dedican a otros temas que están súper bien. De hecho, yo siento que me gusta esa esquina de lo que es el romance, el desamor, pero la guapería”, manifiesta este joven, quien es otro ejemplo de esa nueva generación salsera que está abriéndose paso con ritmo propio.
Fuente: ElNuevoDia
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